Lo de estar en contra de invertir en armamento se puede ver desde una perspectiva propia de quien puede profesar empatía, pero solo en casos de su interés, y no empatiza cuando se queja de que un representante político tenga seguridad, hasta que la persona que se queja o uno de los suyos está en una situación similar, en la que su casa tiene que estar protegida y debe convivir con resguardo policial por su propia seguridad, la de su familia o la de la gente que protesta en su contra.
Si tenemos una sociedad donde todos son amables y respetan a los demás, ¿cómo nos protegemos de los externos? Es ingenuidad, falta de empatía y de previsión no pensar en ello ni actuar en consecuencia.
Por supuesto que hay otras perspectivas, pero resalto la que parece olvidarse. Claro que se debe invertir más en otras áreas como sanidad, educación, y justicia. ¿Acaso no se pueden encontrar áreas en común con estas áreas? ¡Imaginación y creatividad, por favor!
Invertir en armamento no significa invertir en destruir. Es falta de imaginación o una visión limitada pensar así, pues toda herramienta depende del uso que se le dé y no de la herramienta en sí. Que se use para destruir no quiere decir que sea la única forma de hacerlo. Es como si quisiéramos prohibir los cuchillos porque con ellos se puede matar personas.
La inversión en armas puede acogerse a dos enfoques con el fin de hacerlo de una mejor forma:
- a) Que no causen daño, como dispositivos que duerman a las personas en vez de quemarlas, o instrumentos que deshabiliten bombas enemigas.
- b) Si se pueden prever beneficios añadidos a la sociedad, mejor aún. Mucha de la tecnología de uso común, como microondas, internet, WiFi y computadoras, tiene su origen o mejora en un entorno militar.
- Priorizar los negocios con empresas según este orden: locales, comunitarias, aliados y luego el resto.
- Trabajar en la transformación de un Estado sustentado en impuestos hacia un Estado que obtiene dividendos. Que el Estado sea inversor en empresas con el fin de obtener ingresos, reduciendo así su dependencia de los impuestos y logrando ingresos a partir de la productividad de las empresas en las que ha invertido. Sí, los impuestos puede ser una forma más fácil de obtener ingresos pero entra en juego la percepción que se puede tener en la forma de obtenerlos o el nombre que lo representa como: impuesto vs dividendo, lo que me trae a la mente otros términos usados en otras áreas como gratuito vs gracias a los contribuyentes, inversión vs gasto, presupuesto vs gasto; el nombre toma importancia en la percepción.
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