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lunes, 17 de marzo de 2025

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sábado, 8 de marzo de 2025

Posible vs Probable

El pensar en posibilidades y en probabilidades me recuerda a las clases de Inteligencia Artificial, en las que se hablaba de que, por posible, cualquier cosa es posible, como que mañana llueva aunque el pronóstico indique sol. Pero eso ya es una probabilidad basada en datos.

Así mismo, es posible que nos ganemos la lotería, pero muy poco probable. También se hablaba de que, en probabilidad, la suma de las distintas opciones es la unidad. Por ejemplo, si la probabilidad de obtener un 1 al lanzar un dado de 6 caras es 1/6, la probabilidad de que no salga 1 es 5/6, es decir, el complemento.

Pero cuando se trata de posibilidades, su suma no tiene por qué ser 1. Por ejemplo, en una carrera de caballos en la que participan tres caballos: Relámpago puede tener una posibilidad de ganar casi segura (0.9), Flash puede que sí o que no (0.5), e Isabella seguramente no gane (-0.9). Sin embargo, la posibilidad de que Relámpago pierda puede ser 0.3, la de que Flash pierda 0.7, y la de que Isabella pierda 1. Como se puede ver, son valores que no son complementarios.

Tomando en cuenta la lógica borrosa, se pone el ejemplo de que con 40 ºC seguro hace calor (1), pero con 27 ºC es posible que haga calor 0.8...

Posible puede ser cualquier cosa, pero probable es otra cosa.

Una cosa son las posibilidades, otra cosa son las probabilidades, y otra diferente, las realidades.


2015-04-06

domingo, 7 de octubre de 2018

Cómo empecé con GTD


GTD es una metodología para gestión de tareas y la había visto brevemente mientras realicé mi Proyecto fin de grado sobre una herramienta para planificar tareas. Básicamente leí un poco en wikipedia y poco más. Un año después me decidí a conocerla, y lo primero sería leer el primer libro de su autor: Organízate con eficacia.
    Al leer el primer libro seguí la instrucción de leer todos los apartados que indicaba el proceso para tener la idea y entonces ponerme con el proceso. Quise aprovechar un fin de semana para hacerlo aunque me di cuenta que me iba a tomar varios días más, porque, por ejemplo, no iba a terminar de procesar cerca de cinco mil correos marcados como no leídos de entre  unos veinte mil que tendría que organizar. Así que decidí montar la estructura básica e ir haciendo lo que se tendría que hacer a partir del momento, y poco a poco lo iba a organizar. Al final, pensé todos esos correos son parte del archivo que hay que organizar, y lo que requiera acción colocaría donde debiese.
    Hice un primer montaje de la metodología al leer el primer libro y tres semanas después hice un repaso del sistema al leer un segundo libro.

Primer ciclo

Capturar

Es decir, sacar todas las cosas que tenía en la cabeza. Para ello, escribí en posits cada cosa, claro está que se me fue todo un paquete de posits. Algo que planteaba el libro era colocar todas las cosas físicas en un lugar o utilizar alguna tarjeta u hoja de papel por cada cosa e ir colocando en una bandeja. Por otro lado, tenía todos esos miles de correos. En principio solo identifiqué cuatro bandejas de entrada: posits, correos y dos listas que tenía en Trello, una del sobre el trabajo y otra personal. No me parecía que iba a estar tantas horas como se decía en el libro. Me pasé todo el sábado leyendo y capturando. Además, sentía que ya estaba todo. Quería seguir, ver más, cuál era lo siguiente.

Clarificar

Clarificar consiste en definir qué son las cosas que están en las bandejas de entrada. Definirlas con un verbo de acción tal como: escribir, enviar, llamar. algo que indique una única acción sino es un proyecto de varias acciones. No seguí el consejo de hacerlo todo en papel las primeras veces. Así que, creé en el correo etiquetas que llamé Acciones siguientes, En espera, Algún día/Tal vez, y el los tableros de similar forma.
    Tomé los últimos correos y los moví a los contenedores que consideré. Algunos los moví a Acciones siguientes pero para otros creé una acción en mi lista de Trello, el correo lo moví al contenedor Registro, mientras hacía esto pensé en cómo tenía que organizar el dichoso Archivo (nombre que se da al archivo de registro, cosas que solo sirven para consultar, como si fuese una biblioteca), es decir, crear contenedores tipo: Recibos, RRSS, Moodle y alguno genérico llamado Registro hasta que se me ocurra una forma de reorganizar.
    Como se puede ver a la vez de clarificar qué eran las cosas de las entradas estaba pensando en cómo organizar, qué me faltaba. Sentía que no lo tenía claramente definido, que me faltaban muchas cosas, pero no iba a ponerme varios días a pensar en la estructura de organización sino que sobre la marcha iba a organizar e ir capturando ideas de qué hacer. Me decía a mí mismo: empieza a moverte porque si quieres tenerlo todo claro no vas a moverte. Como parte de no tener el hábito de hacer las cosas por separado como plantea la metodología, a la vez que clarificaba qué eran las cosas de la entrada capturaba ideas que surgían y otras no, algunas las ponía ya como acciones siguientes y se saltaban la bandeja de entrada, es decir, que no separaba el capturar del aclarar y organizar en momentos de ejecución separados. 

Organizar

Además de las listas comentadas anteriormente tenía listas en la aplicación Recordatorios de Apple, y muchas otras listas en Trello. Tenía varios duplicados de los contenedores comentados prácticamente en cada aplicación. Como había que vaciar las bandejas de entrada me centré en lo más fácil que era los posits que los trasladé en tareas de listas en Trello, las acciones que tenía que recordar las programé en Recordatorios. Empecé a organizar el correo con contenedores como: Leer_revisar que se mantuvo con una sola cosa y sigue así pendiente de ser eliminado de ser el caso; Personal donde dejé correos de carácter personal, Recibos donde colocar todo lo que sea como factura, recibo; SocialMedia correos de Twitter, Facebook, Linkedin; Notificaciones donde coloqué notificaciones de reservas, compras, envío de paquetes; Amazon lo que tenía que ver con Amazon; UPM correos de la universidad; transporte relacionado con el vehículo; un contenedor de la empresa donde trabajé; y otros dos para un par de proyectos.
    El problema que me surgió era filtrar y mover los correos, puesto que no podía simplemente decir todo lo que es de la cuenta UPM va a UPM, si era un correo de Amazon que tenía el valor del producto lo dejaba en Amazon o en Recibos. También quería separar los mensajes en redes sociales del resto de correos que envían las redes sociales. Sí muchos de esos debían ir a la basura pero al filtrar era difícil identificarlos entre miles. Por el momento no decidí hacer más cambios, quería dejar a cero la bandeja de entrada. Y no quería eliminar aún. Varias veces la aplicación de quedó bloqueada pues mientras estaba moviendo varios miles de correos yo intentaba mover otros miles a otro sitio, filtraba y movía, filtraba y movía. Vi que no podía ir tan rápido como quería. Así que fue un proceso de varios días. Perdí las notas que tenía en google sincronizadas con la aplicación de Notas de Apple eso hizo que no quiera eliminar nada. Hice un movimiento de correos entre distintas cuentas de correo. Por supuesto siendo consciente que más adelante tendría que repensar los contenedores por ver si se añaden, eliminan, fusionan, u otra forma de organizar.

Reflexionar

Hasta el momento tenía varias listas en las que estaba organizando las cosas. Según avanzaban las semanas seguía con dudas del estilo de si colocaba las acciones que tenían fecha en Google Calendar o en Recordatorios de Apple. Recordaba el consejo de empezar con papel y estar así varios meses hasta ir dominando el método antes de pasarse a lo digital pero me parecía que iba a empapelar un par de paredes en la habitación e igualmente necesitaba tener acceso a las listas fuera de mi habitación.
    Lo de dividir las acciones en contextos no lo tenía claro cómo dividirlo, tenía una sola lista de Acciones siguientes, entendía la utilidad pero no veía claramente el tener una lista Llamadas en la que tendría solo una o dos acciones, ahí influía el que no registrara llamadas por ocio o saludar. La mayoría de las cosas las hago con mi Portátil así que no veía la necesidad de ese contexto, mucho menos veía la necesidad de un contexto sin conexión a Internet pues no veía ese caso en mi día a día. De momento me mantendría con una sola lista si al final no pasaban de una veintena de acciones, otra docena más en Espera y una media docena en Haciendo. Claro está eso era en uno de mis tableros, en el otro era algo similar (Trabajo y Personal).
    Para las cosas que necesitan más de una acción se generan Proyectos, e inicialmente pensé en crear una lista Proyectos en donde listarlos y luego una lista por cada proyecto. En principio no hubo problema porque claro está la inercia de llamar proyecto a cosas más complejas o similares al concepto de proyecto fuera de GTD, me centré en solo una media docena, y muchas otras cosas estaban en incubación en las listas: Algún día-talvez, películas, libros, lugares. Siguiendo lo de que por cada proyecto debe de haber una acción siguiente en algún contenedor coloqué acciones en las listas: Acciones siguientes, En espera, Haciendo.

Hacer

Me plantee la existencia de la lista Haciendo y de momento la dejé por tener un sitio para las tareas que había empezado y que por el motivo que fuese no podía terminarlas, una razón porque tenía que hacer otra cosa y la dejaba de hacer; otra porque tenía tareas que duraban un par de días como «hacer planificación del SprintX del mes».
    Revisaba las listas para saber qué hacer pero seguía realizando cosas según surgían, o me distraía con cosas no previstas hacer, como leer un artículo o noticia.

Segundo ciclo

No sabía si leer el segundo libro de David Allen, Haz que funcione, o algún otro, y fue cuando encontré y decidí, por las buenas valoraciones y comentarios, por el libro de José Miguel, Productividad personal. Así que pensé en leerlo y dejar para más adelante el otro libro a modo de dar un repaso a lo que se enseña sobre el modelo cada cierto tiempo, para ir afinando y entendiendo otras cosas que según se relee pueden verse.

Capturar

Dejé como bandejas de entrada principales una bandeja física para papeles en casa, dos listas Cosas Entrada en cada tablero de Trello, y la bandeja de entrada del correo. Claro está que hay otras bandejas como la de SMS, Whatsapp, para las cuales ya tenía la costumbre de cada semana dejarlas vacías. Otros chats como los del trabajo no los dejo vacíos sino que quedan como un archivo de referencia, al igual que Telegram. Telegram incluso lo utilizo para enviarme mensajes a mí mismo y así capturo cosas sean texto o imágenes de ideas, notas, cosas que necesito luego analizar.
    Por enésima vez re-nombré mis listas, la de Entrada en algún momento la llamé Capturar y ahora se llama Cosas Entrada/Captura  para dejar claro si lo que hay en las listas son cosas o acciones ya que es una de las primeras preguntas que me hacía. Por ejemplo, creé una lista Esta semana no y no sabía si dejar acciones o cosas. 
    Siguiendo el consejo de José Miguel intentaba tener cosas donde tenían que haber cosas, sin utilizar verbos, y con las acciones utilizar verbos. Esto lo tomé a modo de ir mejorando la forma de nombrar, aclarar o definir. El tema de cómo nombrar las cosas y la definición de objetivos es algo sobre lo que ya había leído, y ahora lo estaba aplicando al nivel más bajo, el de cosas y acciones siguientes, no aún a los niveles más altos de objetivos que era sobre lo que había leído.

Clarificar o Aclarar

Uno de los problemas que encontré fue que cuando estaba trabajando surgían cosas que tenía que limitarme a capturar pero terminaba capturando y aclarando las bandejas de entrada demasiado seguido. Todo esto como una forma de evitar el trabajo que tenía que hacer y procrastinar. Así que me propuse solo capturar, evitar el aclarar para ver en qué lista o contenedor colocar la acción y realizar el aclarado de las cosas en tres momentos del día, al iniciar el día por si tenía algún correo que necesitase ver antes de empezar la jornada laboral, luego de comer y luego de cenar. Desactivé las notificaciones para evitar las interrupciones, aún así si el correo lo reviso unas tres veces, los chats los reviso una docena de veces al día.
    También tenía que lidiar con cosas que surgían y prácticamente las quería convertir en acciones para tratarlas el mismo día, es algo con lo que luchar para evitar procrastinar las acciones que estaba haciendo. Así mismo pedidos de otras personas que antes tenía como costumbre atender inmediatamente, ahora me resulta complicado cambiar a decir: ahora no, causando momentos incómodos y un cambio en la actitud de mi parte. A veces parece que te perciben como egocéntrico porque ven como que se les diera menos importancia a sus cosas y sí hay que aprender a dar la debida importancia a las cosas y mucha gente quiere que se les de importancia inmediata a las suyas.
    Los proyectos empezaron a ser mucho más que una docena y me pareció inviable el tener una lista por cada proyecto. La herramienta sobre la que empecé a desarrollar plantea la relación entre los distintos niveles, objetivos, metas, acciones pero al no tener algo que facilite en manejar esto de momento trabajo con una lista de los proyectos y en cada revisión veo si hay una acción siguiente en alguna lista.

Organizar

Como decía antes las listas las re-nombré y como palabra inicial coloqué «Acción» o «Cosa» para facilitarme el saber lo que tenía que contener. Creé en Trello tres tableros: uno de tareas, otro de revisión y otro de archivo. 
    Así que en el tablero que llamé tareas coloqué las listas del día a día: Cosas entrada/captura, Acciones próximas, Acciones físicamente en casa, Acciones físicamente en el trabajo, Acciones en supermercado, Acciones haciendo, Acciones en espera,  Acciones hechas en semana. En el tablero de revisión coloqué las listas a ver en la revisión semanal como: cosas esta semana no, cosas algún día/talvez, Metas, y otras listas que son listas de comprobación.
    Uno de los problemas con que me encuentro es cuando una cosa pasa a ser un proyecto GTD, es decir, varias acciones, la acción siguiente pasa a una de las listas de acciones siguientes pero en mi cabeza rápidamente surgen como varias cosas a realizar para ese proyecto, es decir, una necesidad de listar varias acciones del mismo proyecto. Por el momento para estos casos dejaré una lista para el proyecto. 

Reflexionar

La incorporación del hábito de la revisión semanal no me costó pues era algo que ya llevaba haciendo, además, tengo uno similar mensualmente para la revisión de los movimientos bancarios y revisión de cuentas. Para el paso de reflexión veo las Acciones hechas en la semana y las archivo, vacío las entradas y reviso la lista de Cosas esta semana no para mover elementos a las listas de acciones siguientes. Le doy un repaso también a la lista de proyectos para revisar que hay una acción siguiente de cada uno en alguna lista de acciones. En definitiva que quede el sistema listo para una nueva semana.
    Como aún no tengo mi aplicación desarrollada la parte de alto nivel lo plasmé en papel, es decir, visión, objetivos. Los proyectos de GTD para mí son mis metas.

Hacer

Un problema con el que ya llevaba desde mucho tiempo atrás y con el que igualmente llevaba lidiando es el de dedicar demasiado tiempo a leer información sobre el tema y no actuar, entraba en un bucle de buscar algo, surgía algo nuevo y vuelta. De esto que entraba a Internet a buscar algo y pasaba por ver algún documental, trailers de películas, una película, gatitos, redes sociales, y entonces me acordaba de lo que quería buscar, o aunque buscara lo que quería, eso me llevase a otra información y veía que ignoraba mucho ocasionando una necesidad de conocer más antes de hacer. Es por eso que me plantee el ir implementando la metodología, y leer sobre ella en distintos periodos para ir afinando y no desviarme.
    Lo de compartir tablero se veía que no funcionaría porque uno de los problemas es el concepto de acabado o terminado, pues varias veces algo que otra persona había colocado en Hecho luego yo lo estaba moviendo a Acciones En espera porque no consideraba que estuviera terminado. Como bien decía Allen en su libro, mis acciones en espera serán acciones de otra persona pero tendrá que estar en su sistema, en donde corresponda. Además, aumenta el número de contenedores sin aportar ventaja.
    La parte más difícil para mí es el Hacer por mi tendencia a procrastinar. La siguiente parte que me cuesta es la de separar el capturar del, aclarar y organizar. Para lo primero, una de las acciones fue el tener una lista de Acciones hechas en la semana que luego cada semana pase a archivarse; la lista de hecho en la semana con el fin de diferenciar lo hecho esa semana de lo hecho en general. Otra de las acciones es el intentar hacer en la semana las acciones organizadas en la revisión semanal, y hacer lo posible por enviar a encubar o a la lista de cosas esta semana no las acciones que surgen durante la semana para evitar el buscar hacer tareas más fáciles en vez de las que me cuesta hacer. Otra de las tendencias con las que tengo que luchar es el de hacer tareas de otros, porque necesitan ayuda,  o para otros antes que las mías. Así como luchar con las ganas de aclarar las entradas cada momento.


martes, 19 de junio de 2018

Resumen carrera


Algunos datos y recuerdos:

  • De las 40 asignaturas 25 fueron aprobadas a la primera, 14 a la segunda y una a la tercera vez.
  • Estructura de computadores la aprobé a la tercera vez. La primera vez que la cursé mi nota fue CERO gracias a que una de las prácticas no la llegué a entregar. Al siguiente año esa práctica ya no estaba. Me matriculé por obligación pero solo fui a unas tres clases. Y mi nota fue DOS gracias a las notas guardadas del año anterior.
  • La tercera vez que me matriculé en Estructura de computadores la cursé al completo. No tenía notas guardadas. La primera parte, ensamblador parecía que la llevaba dominada a tal punto que compañeros me decían: seguro sacas una nota alta. La fastidié a tal punto que casi no saco la nota mínima. Creo era un 2,x. No arriesgué a subir nota en el examen final. Contaba la última nota no la mayor de todas.
  • De las 15 asignaturas que no aprobé a la primera, 3 son de los dos últimos años de la carrera y las otras 12 de los dos primeros.
  • Realmente Cálculo y Física las cursé tres veces. Una vez en el plan 96 y dos en el de plan 09. Pero en este resumen se toma el plan 09.
  • El avance total se realizó a lo largo de más de diez años.

  • Dos semestres no me matriculé.
  • Tres semestres prácticamente no fui.
  • La nota media es un 6,7. La máxima 8,9 en el Practicum y la mínima un 5 en varias.
  • Un 8,7 en Administración de empresas fue la más sencilla de obtener. La abandoné al mes. Dije a los compañeros del grupo de trabajo que me quitasen pues no iba a continuar. No me habían quitado así que tenía nota de trabajo grupal. Horas antes del examen me pasaron exámenes de otros años resueltos y me dijeron que siempre eran igual. Me presenté al examen final y fue suficiente para aprobarla.
  • Suspendí Algoritmos y estructura de datos porque en el examen no puse la clave correcta de mi examen. La hoja de respuestas era para corrección automatizada y solo se debía marcar casillas para las respuestas. Mi clave de examen constaba de varias casillas pero mientras iba rellenando me distraje y lo dejé a medias. Luego pensé que ya la había rellenado pero estaba incompleta. En la revisión el profesor dijo que no era su problema y que debería yo haber puesto bien la clave. Suspenso.
  • La asignatura que más esfuerzo puse por lo pesada que resultaba fue Redes de computadores y saqué un 6,7.
  • La que más dediqué porque me gustó fue Interacción Persona-Ordenador. Obtuve un 7,9. Uno de mis compañeros obtuvo un punto más porque el profesor dijo que daba un punto a quien participe enviando una propuesta de idea a actuaUPM. Algo de lo que pasé totalmente. Y me resultó injusto porque no tenía nada que ver con la asignatura.
  • Lógica fue la única asignatura que ya estando aprobada me presenté a subir nota. En una de las partes me fue mal en el examen anterior y quería recuperar esa parte. Corría el riesgo de obtener una nota menor. Obtuve un 8 como nota final.
  • Se suponía que Bases de datos era mi fuerte y debía sacar una nota alta. Nota final un 6,1. Cuando fuimos a mostrar la práctica en grupo las preguntas solo fueron dirigidas a mí (supongo fue porque anteriormente me quejé de que el grupo no funcionaba). Y todas las preguntas eran sobre la aplicación JAVA. Preguntas del estilo: ¿Qué método usaron para la conexión con la BBDD? Después de varias preguntas sin saber contestar mi respuesta fue: yo no hice esa parte, me encargué de lo que es la base de datos, diseño y el SQL (que es lo que realmente es base de datos 🙄).
  • Olvidé convalidar créditos de Actividades en 2016-2017.
  • No pedí convalidación de asignaturas de Formación profesional. No sabía que eso se podía. ¡Debería ser automático!
  • El total de créditos superados es 240,25.
  • Tres asignaturas optativas las cursé pero no las aprobé. Dos de ellas en realidad no me hacia falta sus créditos pues ya tenía los necesarios.
  • Sistemas inteligentes fue otra asignatura que pensé abandonarla. Hice la práctica a entregar horas antes malamente. No sabía cómo funcionaba la aplicación. Bastó lo que hice. Y me presenté al examen. Fue el examen más fácil de la carrera. No recuerdo si fueron dos preguntas o solo una. Algo como: ¿Qué entiendes por Sistemas inteligentes? Luego corrió el rumor de que era fácil y muchos se matricularon en ella. Y ya no fue tan fácil.
  • La asignatura que me parece super interesante pero para mí era horrible la clase fue Probabilidad y estadística II. Solo fui a unas cuatro clases. La aprobé gracias a que un amigo me enseñó a resolver problemas sobre dos de tres temas principales. También estuve por abandonarla y la aprobé en la última semana.

sábado, 22 de agosto de 2015

Libros

Última actualización: martes, 22 de julio de 2025.
Imagen relacionada

Leídos

2025
  • Executing Data Quality Projects (Danette McGilvray)
  • The Ultimate Sales Machine (Chet Holmes)
  • El libro de Urantia. Parte 3 (Urantia Foundation)
  • Amar es liberarse del miedo. (Gerald G. Jampolsky)
2024
  • Dinerograma. El eneagrama del dinero (Nacho Mühlenberg)
  • Deep Work. Rules For Focused Success in a Distracted World (Cal Newport)
  • Start with why. How great leaders inspire everyone to take action. (Simon Sinek)
  • El libro de Urantia. Parte 4 (Urantia Foundation)
  • Refactoring: Improving the Design of Existing Code. (Martin Fowler)
  • El príncipe. (Nicolás Maquiavelo)
2023
  • INSPIRED: How to Create Tech Products Customers Love (Marty Cagan)
  • The art of the deal (Donald Trump)
  • 12 rules for life. (Jordan Peterson)
  • Crónicas de una muerte anunciada. (Gabriel García Marquez)
  • Un inmueble al año no hace daño. (Carlos Devis)
  • El libro de Urantia. Parte 2 (Urantia Foundation)
2022
  • The professional product owner. (Don McGreal, Ralph Jocham)
  • Los secretos que jamás te contaron. (Albert Espinosa)
  • Agile Estimating and Planning (Robert C. Martin)
  • Unlimited Power (Anthony Robbins)
  • SPIN Selling (Neil Rackham)
2021
  • Zero to One: Notes on Startups, or How to Build the Future. (Peter Thiel)
  • Crea y divaga: Vida y reflexiones de Jeff Bezos (Jeff Bezos)
  • The Personal MBA. (Josh Kaufman)
  • Rich Dad's Cashflow Quadrant: Guide to Financial Freedom (Robert Kyosaki)
  • El libro de Urantia. Parte 1 (Urantia Foundation)
  • Stone Soup (Marcia Brown)
  • Tribus. (Seth Godi)
2020
  • Haz que funcione. (David Allen)
  • Un nuevo mundo, ahora (Eckhart Tolle)
  • El poder del ahora. (Eckhart Tolle)
  • Pensar rápido, pensar despacio. (Daniel Kahneman)
2019
  • Big Data en la práctica. (Bernard Marr)
  • El vendedor más grande del mundo. (Og Mandino)
  • Meditaciones. (Marco Aurelio)
2018
  • El camino del hombre superior (David Deida)
  • El Principito. (Antoine de Saint-Exupéry)
  • ¿Cuándo? (Daniel H. Pink)
  • Máxima eficacia. (Brian Tracy)
  • Productividad personal. (José Miguel Bolívar)
  • Organízate con eficacia. (David Allen)
  • Metas. (Brian Tracy)
  • Los siete hábitos de la gente altamente efectiva. (Stephen R. Covey)
  • El secreto de la mente millonaria (T. Harv Eker)
  • Aprendiendo de los mejores. (Francisco Alcaide Hernández)
2017
  • Autobiografía. (Benjamin Franklin)
  • El hombre en busca de sentido. (Viktor Frankl)
  • Cómo ganar amigos e influir sobre las personas. (Dale Carnegie)
  • Hegel en 90 minutos (Paul Strathern)
  • Confucio en 90 minutos (Paul Strathern)
  • El secreto de la mente millonaria (T. Harv Eker)
  • Focus. (Daniel Goleman)
2016
  • Confianza en uno mismo. (Ralph Waldo Emerson)
  • El elemento. (Ken Robinson)
  • El hombre más rico de Babilonia. (George Samuel Clason)
  • Autodisciplina en diez días. (Theodore Bryant)
  • Padre rico padre pobre. (Robert Kyosaki)
  • Piense y hágase rico. (Napoleon Hill)
  • Seven. (Anthony Bruno —Penguin Readers—)
  • The Godfather. (Mario Puzo —Penguin Readers—)
2015
  • Código limpio: manual de estilo para el desarrollo ágil de software. (Robert C. Martin)
  • Yo me he quedado con tu queso. (Darrel Bristow-Bovey)
  • El Principito. (Antoine de Saint-Exupéry)
~2014
  • El arte de la guerra. (Sun Tzu)
  • El Alquimista. (Paulo Coelho)
~2013
  • Steve Jobs. (Walter Isaacson)
  • Y Google, ¿Cómo lo haría? (Jeff Jarvis)
~2012
  • Democracia participativa y modernización de los servicios públicos: Investigación sobre las experiencias de los presupuestos participativos en Europa. (Ives Sintomer y Ernesto Ganuza)
  • Clean coder: a code of conduct for professional programmers (Robert C. Martin)
~2011
  • Tengo ganas de ti. (Federico Moccia)
Antes 2005
  • Fish (Stephen C. Lundin)
  • ¿Quién se ha llevado mi queso? (Johnson Spencer)
  • Leyendas, Anécdotas y Tradiciones de Piñas. (Wilfrido Torres León)
  • Juventud en Éxtasis. (Carlos Cuauhtemoc)
  • Santa Biblia.
  • ...

Detenido
  • Patrones de diseño. (Erich Gamma)
  • Amor líquido. (Zygmunt Bauman)
  • El Anticristo. (Friedrich Nietzsche)

Algún día/Tal vez
  • 100 maneras de motivar a los demás. (Steve Chandler y Scott Richardson)
  • 1984. (George Orwell)
  • A lo largo del camino de la libertad. (Nelson Mandela)
  • Aunque tenga miedo, hágalo igual. (Susan Jeffers)
  • Cien años de soledad. (Gabriel García Márquez)
  • Coaching. (John Whitmore)
  • Código cultural. (Rapaille Clotaire)
  • Cómo crear mapas mentales. (Tony Buzan)
  • Cómo no estar equivocado. (Jordan Ellenberg)
  • Conozca Sus Fortalezas 2.0. (Tom Rath)
  • Cosmos. (Carl Sagan)
  • Crátilo. (Platón)
  • Crimen y castigo. (Fiador Dostoyevski)
  • Ecce homo. (Friedrich Nietzsche)
  • Ecuador: de la banana republic a la no república. (Rafael Correa)
  • El Aleph. (Jorge Luis Borges)
  • El americano impasible. (Graham Greene)
  • El arte de empezar. (Guy Kawasak)
  • El banquete. (Platón)
  • El capital. (Karl Marx)
  • El castillo. (Kafka)
  • El corán
  • El crepúsculo de los ídolos. (Friedrich Nietzsche)
  • El don apacible. (Mijaíl Shólojov)
  • El ejecutivo al minuto. (Ken Blanchard)
  • El ejecutivo integral. (Karen Wright)
  • El espíritu creativo. (Daniel Goleman)
  • El inversor inteligente. (Benjamin Graham)
  • El lenguaje del cuerpo. (Allan Pease)
  • El libro blanco. (Ramtha)
  • El líder que no tenía cargo. (Robin Sharma)
  • El nuevo topo: los caminos de la riqueza latinoamericana. (Emir Sader)
  • El origen de las especies. (Charles Darwin)
  • El poder del pensamiento positivo. (Eric Fellma)
  • El poder secreto de los banqueros suizos. (Max Gunther)
  • Discursos sobre la primera década de Tito Livio. (Nicolas Maquiavelo)
  • Ensayo sobre la lucidez. (José Saramago)
  • Ensayo sobre la ceguera. (José Saramago)
  • Escritos coleccionados de Lincoln
  • Fedón. (Platón)
  • Filebo. (Platón)
  • Filosofía de la desigualdad. (Nikolai Berdiáyev)
  • Ganarle a Wall Street. (Peter Lynch)
  • Guerra y paz. (León Tolstói)
  • Humano, demasiado humano. (Friedrich Nietzsche)
  • Influencia. (Robert Cialdini)
  • Jesús, CEO. (Laurie Beth Jones)
  • La actitud mental positiva. (Napoleon Hill & W. Clement Stone)
  • La alquimia de las finanzas. (George Soros)
  • La ciencia de hacerse rico. (Wallace D. Wattles)
  • La crítica de la razón pura. (Kant)
  • La divina comedia. (Dante Alighieri)
  • La economía del fraude inocente: la verdad de nuestro tiempo. (Jonh Kenneth Galbraith)
  • La historia de la revolución francesa. (Michelet)
  • La interpretación de los sueños. (Sigmund Freud)
  • La justificación del bien. (Vladimir Soloviov)
  • La peste. (Albert Camus)
  • La república. (Platón)
  • La riqueza de las naciones. (Adam Smith)
  • La sociedad de la mente. (Marvin Minsky)
  • La sorprendente verdad sobre qué nos motiva. (Daniel Pink)
  • La universidad del éxito. (Og Mandino)
  • Lecciones en el desastre. (Gordon Goldstein)
  • Leyes. (Platón)
  • Lincoln. (David Herbert)
  • Maestría. (Robert Greene)
  • Masa y poder. (Elias Canetti)
  • Más allá del bien y del mal. (Friedrich Nietzsche)
  • Mi mentor un millonario. (Steve K. Scott)
  • Padres e hijos. (Turguéniev)
  • Pensar la revolución francesa. (François Furet)
  • Perdiendo la virginidad. (Richard Branson)
  • Política como vocación. (Max Weber)
  • Por qué unas personas tienen éxito y otras no. (Malcolm Gladwell)
  • Preferiblemente irracionales. (Dan Ariely)
  • Rayuela. (Julio Cortázar)
  • Relatos de lo inesperado. (Roland Dahi)
  • Sapiens: una breve historia de la humanidad, de Noah Yuval Harari
  • Superficiales. (Nicolas Carr)
  • Stalingrado. (Antony Beevor)
  • Tao Te Ching. (Lao Tse)
  • Teoría de los sentimientos morales. (Adam Smith)
  • Teoría general de la ocupación el interés y el dinero. (John Maynard Keynes)
  • Trabajo asalariado y capital. (Karl Marx)
  • Tus zonas mágicas. (Wayne Dyer)
  • Una guerra mejor. (Lewis Sorley)
  • Vender más en Internet - David Boronat y Ester Pallarés
  • Yo sé por qué canta el pájaro enjaulado. (Maya Angelou)
  • Yo y la energía. (Nikola Tesla)

sábado, 12 de abril de 2014

La mochila de Wilson



Algo que hacían algunos de mis compañeros en el Instituto, era coger la mochila de un compañero y ponerle grandes piedras dentro, para sorpresa del perjudicado. Una de esas veces, se lo hicieron a Wilson, y le dijeron que había sido yo. Él se lo creyó, y yo subestimé su credulidad.

Cierto día, al entrar al aula encontré mi mochila muy llena; al abrirla estaba con piedras y trozos de tierra. Mis compañeros reían y decían que fue Wilson, algo que él no negaba; al contrario, reía y lo justificaba diciendo que yo le había hecho a él lo mismo. Yo le decía que no hice tal cosa. Me molestó, ya que al no hacer bromas de ese estilo, nadie se había metido conmigo de esa forma, y me parecía intolerable. Wilson debía pagar de alguna manera, y el castigo debía ser de mayores proporciones. No sé cómo, pero llegué a la idea de regarle líquido en su mochila, y… más aún, ¡orina!

Al día siguiente, teníamos Educación Física a última hora, solíamos dejar las mochilas arrinconadas en algún lugar en el exterior, mientras realizábamos algún ejercicio. Era como la ocasión perfecta para mojar la mochila ya que luego nos teníamos que ir a casa. Así que, antes que nada, lo que necesitaba era un envase de laboratorio. En la tarde compré el envase, lo llené y lo dejé sobre mi escritorio. No volví a pensar en ello, ya que todo parecía planificado. El día siguiente era un miércoles, con las prisas de levantarme, desayunar y salir, no llevé el envase al Instituto. Posteriormente, en la tarde, al llegar a casa, lo único que pensé era en que tenía que poner el envase en la mochila, para no olvidarlo; luego ya encontraría el momento de hacerlo, aunque había perdido tan genial oportunidad ese día, y no se me ocurrió volver a pensar en lo que iba a hacer.

El jueves, estuve pendiente de encontrar un momento en el que poder realizar la acción sin ser visto. En la clase de Matemáticas, al final de la jornada se estaban realizando unos ejercicios y quienes acababan se podían ir, según Alberto, el profesor. Wilson había dejado su mochila sola y la tenía cerca de mí, un par de pasos atrás y en la fila de mi derecha, el resto de alumnos estaban en sus asuntos. Era el momento de actuar.

Saqué de mi mochila cuidadosamente el envase y, mientras nadie miraba, rápidamente regué un poco sobre la mochila, tapé el envase y lo guardé en un bolsillo de los pequeños, en el lateral de mi mochila. El líquido enseguida empezó a chorrear, y eso que le puse poco, porque vi que se regaba fácilmente ya que la mochila no hacía el efecto de absorber. Un compañero se fijó en que caía líquido y riendo se acercó a la mochila diciendo: «¡Wilson, te han mojado la mochila!». Se acercó a oler qué era y exclamó: «¡Son orines!».

El profesor se acercó a ver, Wilson consternado, los demás riendo y avivando la situación. Así que empecé a asustarme y quedé enmudecido. El profesor, se dirigió a llamar a la inspectora Aida, una señora con cierto mal genio, carácter fuerte, pero a la vez tenía algo como de abuela sensible.

Se empezó a revisar las mochilas en busca de algún envase con orina, me quedé apartado junto a mi buen amigo Lucho, quien me preguntaba si había sido yo. Le confesé que sí, y le pedí me ayude a sacar de algún modo el envase. Pensábamos en esconderlo en alguna chaqueta o, intentar lanzarlo por la ventana. Sin embargo, me fijaba que al revisar las mochilas se inspeccionaban los bolsillos grandes, y posiblemente no se darían cuenta del bolsillo pequeño a un lado de mi mochila.

Mientras hablaba con Lucho, tenía la mirada fija de una compañera sobre mí, como percatándose de que tramaba algo o, de que estaba posiblemente en actitud sospechosa. Revisaron unas cuantas mochilas y decidieron parar. Aida se molestó y decía que llamaría al responsable de disciplina del Instituto, el profesor Guido, un tipo temido por el alumnado, por su carácter fuerte y avasallador.

Las cosas se iban poniendo peor, los nervios se iban tensando. Quería salir de ahí sin que me encontraran el envase. Nos tenían a la espera, yo le dije a tío Alberto que ya había acabado los ejercicios, y le pregunté si me podía ya ir; me contestó que no, teníamos que esperar a ver qué se resolvía hacer. Al parecer no encontraron al profesor Guido y dejaron que nos fuésemos, no sin antes advertir de que no se iba a quedar así el asunto, y que nos las íbamos a ver con Guido.

Por un lado, las cortas miras que tuve me llevó a no darme cuenta de que al día siguiente no iba a poder ir a clase, porque tenía planificado un viaje por pruebas médicas y que eso iba a afectar al asunto, pues todos especularían sobre mí. El regreso fue muy tarde, llegando en la noche. Enseguida fui a casa de Lucho a preguntar qué había pasado. Wilson no hizo mucho lío, pero Aída y Guido estaban molestos y el lunes se pasarían para hablar sobre ello. Por otro lado, durante lo acontecido no se me había pasado por la mente, que el lío que yo había armado fue, ¡durante la clase de mi tío Alberto!, quien era mi profesor de Matemáticas.

El siguiente lunes, durante la clase de Matemáticas, llegó Guido con Aida, y él dijo que le teníamos que contar quién o quiénes habían sido. Empezó a amedrentarnos. A continuación, pidió sacar un papel y que se escriba ahí el nombre o nombres de los que creíamos que eran los causantes. A continuación, se procedió a recoger todos los papeles y se los llevaron a Inspección. Todos se mantenían en silencio, con las miradas apartadas de mí. Comentábamos con Lucho quiénes parecía que habían escrito algo y se mostraban más distantes, y mientras esperábamos, realizábamos un análisis de los posibles delatores.

Y a los pocos minutos entró Guido. Todos en un silencio estremecedor, y en eso se escuchó la voz de Guido: «Luis, ven con nosotros». Me quedé frío, todo mundo lo miró, él se levantó y se dirigía cabizbajo hacia la puerta, a lo que Guido añadió: «Washo, tú también». Me levanté despacio, mirándoles a todos, como si les dijera: «Traidores, me habéis decepcionado».

Así que, estábamos en Inspección, una pequeña habitación estrecha bajo las escaleras, en la que apenas cabía un escritorio y tres sillas juntas, creo de uno y medio por dos y medio metros. Aida tras el escritorio, Guido junto al escritorio, en pie y, Lucho y yo sentados en las sillas con la pared a las espaldas.

Guido decía que los nombres que salían en los papeles eran los nuestros y que dijéramos por qué razón lo habíamos hecho. Nosotros ahí, negando las acusaciones, diciendo que no entendíamos el porqué nos acusaban a nosotros. Guido empezó a amenazar que nos bajarían la nota, que iba a realizar una reunión con los padres de familia y quedarían en vergüenza nuestros padres, que si eso no nos importaba y demás argumentos. No obstante, nosotros no cedimos, él empezó a achacar a Lucho que por su religión —evangelista—, su buen comportamiento y demás, no se esperaba eso de él. Y además, en los papeles el nombre que más aparecía era el mío y no el de Lucho. Que si me había ayudado o, qué papel era realmente el que él tenía.

Guido ya nos tenía acorralados y Lucho no era culpable, así que le dije finalmente que él no había tenido nada que ver. De modo que, le pidió a Lucho retorne a clase y seguimos un momento más en Inspección, mientras preguntaba el porqué yo lo había hecho. Así que se lo conté. Guido empezó a sermonear que no está bien el ser vengativo… Mandó a llamar a Wilson, y le dijo que quería hablar con su madre para decirle que él no era ningún santo y, sobre su hipocresía por haber hecho cosa similar.

Esa tarde no sabía cómo decirle a mi padre que él tenía que ir al Instituto. Empecé tímidamente:
—Pa’, Guido quiere que vayas al Instituto.
—¡Otra vez! —respondió— Ya fui hace poco, no voy a ir cada semana.

—Bueno, yo solo te lo digo.

—¿Esta vez qué pasó?
—Es que... Humm...—No sabía cómo decirlo— Por poner orina a la mochila de un compañero.
—¡Qué estas loco! Yo no voy a ir. ¡Si quieren expulsarte, que te expulsen!
—(Me quedé en silencio)
—¿Por qué hiciste eso? —Continuó después de un momento.

—Él llenó de piedras y tierra mi mochila, —respondí.
—Entonces, que se aguante, y dile a Guido que ya lo resuelven ustedes. Yo no voy a ir.

Me tranquilizó que empezara a decir que si haces algo se tiene consecuencias, y si Wilson puso piedras en mi mochila, él debía esperar que le pasara algo igual o peor. En cierto modo, me tranquilizó, pero también me estaba diciendo que lo mío también tendría consecuencias, que podían ser en medida o desmesuradas. Y tenía que asumirlas.

Con esta anécdota, experimenté la venganza, y aprendí a no actuar por impulsos. También que, si los planes se ven modificados, hay que replantearse todo, y no improvisar. Además, reafirmé la idea de que está bien realizar cosas que causen gracia, pero que no hieran a alguien; si hay que reírse, que no sea de alguien, sino reírnos todos. El vivir consiste en hacer y experimentar cosas, y con ello lo importante es aprender de ellas todo lo posible, sin olvidar asumir las consecuencias. En el camino de aprendizaje, el sentirse apoyado es importante, y yo a pesar de todo, me sentí apoyado.