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sábado, 8 de marzo de 2025

Entregar algo por entregar




Algo que suele ser típico en el ámbito estudiantil es el querer entregar una tarea porque hay una fecha de entrega y en la mayoría de los casos se deja para el final. Así que lo que se hace es intentar entregar algo por cumplir que se ha hecho algo, mas no por realmente hacer ese algo bien. Esta conducta se repite a lo largo de varios años. Por lo que creo se llega a hacer como un hábito, una forma de hacer las cosas que debemos identificar y evitarla cuando sea necesario.

Luego, en el ámbito de trabajo estos hábitos se suelen ver de igual forma. Es decir, se intenta entregar algo porque hay una fecha de entrega y hay que entregar algo. Pero, ¿Está hecho concienzudamente? ¿Está bien? ¿Funciona? ¿Es lo que se necesita? El conflicto está en que no se esté de acuerdo en si algo hay que hacerlo, vale con hacerlo hasta cierto punto, o excelente.

Por un lado en el ámbito educativo lo que se suele tener como objetivo es aprobar la asignatura, más que aprender. Así que muchas veces se busca la nota que sea suficiente. Por otro lado, ¿cuál es el objetivo en el ámbito laboral? ¿Mostrar que se ha hecho algo? Por lo general, hay muchas personas involucradas y por ello hay muchos objetivos. A veces el currito desde su perspectiva parece que busca justificar que ha hecho algo y lo que hizo funciona. Pero, ya no se trata de obtener una nota suficiente. Puede ser obtener un cliente, vender un producto. Entonces, la perspectiva de quien vende, no puede ser algo mediocre. Lo que hizo el currito puede funcionar, pero, ¿funciona para el cliente? ¿le es útil? puede que no.

¿Se reflexiona en los malos hábitos que se están creando desde las aulas?

2019-02-02

Ni posible ni deseable tener el software a su última versión.



Cuando se desarrolla un programa para el que utilizamos librerías (paquetes, plugins), otro software a fin de construir nuestro software. Al existir dependencias entre programas tenemos que estar pendientes de las actualizaciones de todas las partes de nuestro software.

Si hacemos una analogía con construir un edificio y construir software diciendo que los ladrillos, columnas son piezas de software que no necesariamente desarrollamos nosotros sino de las que nos servimos como apoyo, la diferencia a destacar es que en el software los elementos no son estáticos, el software está en constante cambio y tenemos que cambiar constantemente los ladrillos de nuestro software. Así se escoja piezas de software altamente utilizadas con una larga duración en el mercado pueden dejar de utilizarse y ser necesario un cambio.

En el siglo pasado adquiríamos un producto cerrado. Ahora se tiende a servicios que incorporan constantemente cambios.

¿Por qué no es posible tener la última versión?

La última versión no es compatible. 

Como estamos integrando varios programas hay dependencias. Cuando se actualiza el software no solo es por mejorar la seguridad, puede darse un cambio de estructura, actualización del lenguaje, funcionalidad, etc. Algunos cambios hace que se produzca un cambio importante que hace que la nueva versión no sea compatible con otras versiones. 

Por ejemplo, nuestro software puede no ser compatible con versiones 1.x.x y 2.x.x pero si con la 3.x.x, 4.x.x pero cuando sale la 5.x.x no es compatible porque hay cambio en el lenguaje así que para poder actualizar toca realizar cambios en nuestro software.

Se suele utilizar una forma de nombrado o versionado para indicar cambios menores y por lo tanto si se usa un software 1.1.1 y se pasa a utilizar el 1.2.0 no debe ser problemático pues es un pequeño cambio. Un cambio más grande que puede crear la necesidad de cambio en nuestro código para poder adaptarlo puede ser pasar de un 1.4.10 a 2.0.0. Sin embargo, si se introduce un fallo da igual si es un cambio pequeño 1.1.1 a 1.1.2.

¿Por qué no es deseable tener la última versión?

La última versión tiene fallos. 

Sí, la recomendación es que nuestro software esté con las últimas actualizaciones por seguridad. ¿Acaso no pueden introducir algún problema en la última versión? Sí, aunque se haga todo lo posible por evitar esto puede pasar. Así que la solución suele ser liberar una nueva versión que soluciona el fallo pero hasta que pasa eso, que pueden ser horas, meses o nunca, se opta por volver a una versión anterior.

Como caso particular una vez trabajaba con un plugin para un software costoso, ampliamente utilizado y tanto el programa principal como el plugin eran desarrollados por la misma empresa. Desde soporte solo se ofreció realizar el trabajo del plugin por lo que debía enviar mis archivos a ellos. Para mí no era una solución ya que quería tener el control de usar varias veces el plugin. Además, como suele ser lo usual el fabricante tiene las versiones anteriores disponibles, pues este fabricante no las facilitaba. Y el fallo mío fue tampoco tener las versiones anteriores que funcionaron. Tardaron en sacar la nueva versión sin el fallo casi un año.

Realizar actualizaciones puede ser fácil pero no rápido

Debido a la dependencia que existe entre las distintas piezas de software que integran nuestro programa cuando se actualiza una parte puede afectar a varias y así no funcionar. Entonces, toca buscar la versión más actual posible sin fallos que sea compatible con el resto de programas.

Cuando no es compatible puede ser por un cambio mayor el cual tiene como efecto que debamos hacer cambios en nuestro código para poder hacerlo compatible. ¿Y por qué vamos a querer esto? Porque queremos avanzar con el resto de componentes que ayudan a nuestro software porque las versiones antiguas no se les suele seguir dando soporte, ni mejoras, ni nada.


2022-09-28

domingo, 7 de octubre de 2018

Cómo empecé con GTD


GTD es una metodología para gestión de tareas y la había visto brevemente mientras realicé mi Proyecto fin de grado sobre una herramienta para planificar tareas. Básicamente leí un poco en wikipedia y poco más. Un año después me decidí a conocerla, y lo primero sería leer el primer libro de su autor: Organízate con eficacia.
    Al leer el primer libro seguí la instrucción de leer todos los apartados que indicaba el proceso para tener la idea y entonces ponerme con el proceso. Quise aprovechar un fin de semana para hacerlo aunque me di cuenta que me iba a tomar varios días más, porque, por ejemplo, no iba a terminar de procesar cerca de cinco mil correos marcados como no leídos de entre  unos veinte mil que tendría que organizar. Así que decidí montar la estructura básica e ir haciendo lo que se tendría que hacer a partir del momento, y poco a poco lo iba a organizar. Al final, pensé todos esos correos son parte del archivo que hay que organizar, y lo que requiera acción colocaría donde debiese.
    Hice un primer montaje de la metodología al leer el primer libro y tres semanas después hice un repaso del sistema al leer un segundo libro.

Primer ciclo

Capturar

Es decir, sacar todas las cosas que tenía en la cabeza. Para ello, escribí en posits cada cosa, claro está que se me fue todo un paquete de posits. Algo que planteaba el libro era colocar todas las cosas físicas en un lugar o utilizar alguna tarjeta u hoja de papel por cada cosa e ir colocando en una bandeja. Por otro lado, tenía todos esos miles de correos. En principio solo identifiqué cuatro bandejas de entrada: posits, correos y dos listas que tenía en Trello, una del sobre el trabajo y otra personal. No me parecía que iba a estar tantas horas como se decía en el libro. Me pasé todo el sábado leyendo y capturando. Además, sentía que ya estaba todo. Quería seguir, ver más, cuál era lo siguiente.

Clarificar

Clarificar consiste en definir qué son las cosas que están en las bandejas de entrada. Definirlas con un verbo de acción tal como: escribir, enviar, llamar. algo que indique una única acción sino es un proyecto de varias acciones. No seguí el consejo de hacerlo todo en papel las primeras veces. Así que, creé en el correo etiquetas que llamé Acciones siguientes, En espera, Algún día/Tal vez, y el los tableros de similar forma.
    Tomé los últimos correos y los moví a los contenedores que consideré. Algunos los moví a Acciones siguientes pero para otros creé una acción en mi lista de Trello, el correo lo moví al contenedor Registro, mientras hacía esto pensé en cómo tenía que organizar el dichoso Archivo (nombre que se da al archivo de registro, cosas que solo sirven para consultar, como si fuese una biblioteca), es decir, crear contenedores tipo: Recibos, RRSS, Moodle y alguno genérico llamado Registro hasta que se me ocurra una forma de reorganizar.
    Como se puede ver a la vez de clarificar qué eran las cosas de las entradas estaba pensando en cómo organizar, qué me faltaba. Sentía que no lo tenía claramente definido, que me faltaban muchas cosas, pero no iba a ponerme varios días a pensar en la estructura de organización sino que sobre la marcha iba a organizar e ir capturando ideas de qué hacer. Me decía a mí mismo: empieza a moverte porque si quieres tenerlo todo claro no vas a moverte. Como parte de no tener el hábito de hacer las cosas por separado como plantea la metodología, a la vez que clarificaba qué eran las cosas de la entrada capturaba ideas que surgían y otras no, algunas las ponía ya como acciones siguientes y se saltaban la bandeja de entrada, es decir, que no separaba el capturar del aclarar y organizar en momentos de ejecución separados. 

Organizar

Además de las listas comentadas anteriormente tenía listas en la aplicación Recordatorios de Apple, y muchas otras listas en Trello. Tenía varios duplicados de los contenedores comentados prácticamente en cada aplicación. Como había que vaciar las bandejas de entrada me centré en lo más fácil que era los posits que los trasladé en tareas de listas en Trello, las acciones que tenía que recordar las programé en Recordatorios. Empecé a organizar el correo con contenedores como: Leer_revisar que se mantuvo con una sola cosa y sigue así pendiente de ser eliminado de ser el caso; Personal donde dejé correos de carácter personal, Recibos donde colocar todo lo que sea como factura, recibo; SocialMedia correos de Twitter, Facebook, Linkedin; Notificaciones donde coloqué notificaciones de reservas, compras, envío de paquetes; Amazon lo que tenía que ver con Amazon; UPM correos de la universidad; transporte relacionado con el vehículo; un contenedor de la empresa donde trabajé; y otros dos para un par de proyectos.
    El problema que me surgió era filtrar y mover los correos, puesto que no podía simplemente decir todo lo que es de la cuenta UPM va a UPM, si era un correo de Amazon que tenía el valor del producto lo dejaba en Amazon o en Recibos. También quería separar los mensajes en redes sociales del resto de correos que envían las redes sociales. Sí muchos de esos debían ir a la basura pero al filtrar era difícil identificarlos entre miles. Por el momento no decidí hacer más cambios, quería dejar a cero la bandeja de entrada. Y no quería eliminar aún. Varias veces la aplicación de quedó bloqueada pues mientras estaba moviendo varios miles de correos yo intentaba mover otros miles a otro sitio, filtraba y movía, filtraba y movía. Vi que no podía ir tan rápido como quería. Así que fue un proceso de varios días. Perdí las notas que tenía en google sincronizadas con la aplicación de Notas de Apple eso hizo que no quiera eliminar nada. Hice un movimiento de correos entre distintas cuentas de correo. Por supuesto siendo consciente que más adelante tendría que repensar los contenedores por ver si se añaden, eliminan, fusionan, u otra forma de organizar.

Reflexionar

Hasta el momento tenía varias listas en las que estaba organizando las cosas. Según avanzaban las semanas seguía con dudas del estilo de si colocaba las acciones que tenían fecha en Google Calendar o en Recordatorios de Apple. Recordaba el consejo de empezar con papel y estar así varios meses hasta ir dominando el método antes de pasarse a lo digital pero me parecía que iba a empapelar un par de paredes en la habitación e igualmente necesitaba tener acceso a las listas fuera de mi habitación.
    Lo de dividir las acciones en contextos no lo tenía claro cómo dividirlo, tenía una sola lista de Acciones siguientes, entendía la utilidad pero no veía claramente el tener una lista Llamadas en la que tendría solo una o dos acciones, ahí influía el que no registrara llamadas por ocio o saludar. La mayoría de las cosas las hago con mi Portátil así que no veía la necesidad de ese contexto, mucho menos veía la necesidad de un contexto sin conexión a Internet pues no veía ese caso en mi día a día. De momento me mantendría con una sola lista si al final no pasaban de una veintena de acciones, otra docena más en Espera y una media docena en Haciendo. Claro está eso era en uno de mis tableros, en el otro era algo similar (Trabajo y Personal).
    Para las cosas que necesitan más de una acción se generan Proyectos, e inicialmente pensé en crear una lista Proyectos en donde listarlos y luego una lista por cada proyecto. En principio no hubo problema porque claro está la inercia de llamar proyecto a cosas más complejas o similares al concepto de proyecto fuera de GTD, me centré en solo una media docena, y muchas otras cosas estaban en incubación en las listas: Algún día-talvez, películas, libros, lugares. Siguiendo lo de que por cada proyecto debe de haber una acción siguiente en algún contenedor coloqué acciones en las listas: Acciones siguientes, En espera, Haciendo.

Hacer

Me plantee la existencia de la lista Haciendo y de momento la dejé por tener un sitio para las tareas que había empezado y que por el motivo que fuese no podía terminarlas, una razón porque tenía que hacer otra cosa y la dejaba de hacer; otra porque tenía tareas que duraban un par de días como «hacer planificación del SprintX del mes».
    Revisaba las listas para saber qué hacer pero seguía realizando cosas según surgían, o me distraía con cosas no previstas hacer, como leer un artículo o noticia.

Segundo ciclo

No sabía si leer el segundo libro de David Allen, Haz que funcione, o algún otro, y fue cuando encontré y decidí, por las buenas valoraciones y comentarios, por el libro de José Miguel, Productividad personal. Así que pensé en leerlo y dejar para más adelante el otro libro a modo de dar un repaso a lo que se enseña sobre el modelo cada cierto tiempo, para ir afinando y entendiendo otras cosas que según se relee pueden verse.

Capturar

Dejé como bandejas de entrada principales una bandeja física para papeles en casa, dos listas Cosas Entrada en cada tablero de Trello, y la bandeja de entrada del correo. Claro está que hay otras bandejas como la de SMS, Whatsapp, para las cuales ya tenía la costumbre de cada semana dejarlas vacías. Otros chats como los del trabajo no los dejo vacíos sino que quedan como un archivo de referencia, al igual que Telegram. Telegram incluso lo utilizo para enviarme mensajes a mí mismo y así capturo cosas sean texto o imágenes de ideas, notas, cosas que necesito luego analizar.
    Por enésima vez re-nombré mis listas, la de Entrada en algún momento la llamé Capturar y ahora se llama Cosas Entrada/Captura  para dejar claro si lo que hay en las listas son cosas o acciones ya que es una de las primeras preguntas que me hacía. Por ejemplo, creé una lista Esta semana no y no sabía si dejar acciones o cosas. 
    Siguiendo el consejo de José Miguel intentaba tener cosas donde tenían que haber cosas, sin utilizar verbos, y con las acciones utilizar verbos. Esto lo tomé a modo de ir mejorando la forma de nombrar, aclarar o definir. El tema de cómo nombrar las cosas y la definición de objetivos es algo sobre lo que ya había leído, y ahora lo estaba aplicando al nivel más bajo, el de cosas y acciones siguientes, no aún a los niveles más altos de objetivos que era sobre lo que había leído.

Clarificar o Aclarar

Uno de los problemas que encontré fue que cuando estaba trabajando surgían cosas que tenía que limitarme a capturar pero terminaba capturando y aclarando las bandejas de entrada demasiado seguido. Todo esto como una forma de evitar el trabajo que tenía que hacer y procrastinar. Así que me propuse solo capturar, evitar el aclarar para ver en qué lista o contenedor colocar la acción y realizar el aclarado de las cosas en tres momentos del día, al iniciar el día por si tenía algún correo que necesitase ver antes de empezar la jornada laboral, luego de comer y luego de cenar. Desactivé las notificaciones para evitar las interrupciones, aún así si el correo lo reviso unas tres veces, los chats los reviso una docena de veces al día.
    También tenía que lidiar con cosas que surgían y prácticamente las quería convertir en acciones para tratarlas el mismo día, es algo con lo que luchar para evitar procrastinar las acciones que estaba haciendo. Así mismo pedidos de otras personas que antes tenía como costumbre atender inmediatamente, ahora me resulta complicado cambiar a decir: ahora no, causando momentos incómodos y un cambio en la actitud de mi parte. A veces parece que te perciben como egocéntrico porque ven como que se les diera menos importancia a sus cosas y sí hay que aprender a dar la debida importancia a las cosas y mucha gente quiere que se les de importancia inmediata a las suyas.
    Los proyectos empezaron a ser mucho más que una docena y me pareció inviable el tener una lista por cada proyecto. La herramienta sobre la que empecé a desarrollar plantea la relación entre los distintos niveles, objetivos, metas, acciones pero al no tener algo que facilite en manejar esto de momento trabajo con una lista de los proyectos y en cada revisión veo si hay una acción siguiente en alguna lista.

Organizar

Como decía antes las listas las re-nombré y como palabra inicial coloqué «Acción» o «Cosa» para facilitarme el saber lo que tenía que contener. Creé en Trello tres tableros: uno de tareas, otro de revisión y otro de archivo. 
    Así que en el tablero que llamé tareas coloqué las listas del día a día: Cosas entrada/captura, Acciones próximas, Acciones físicamente en casa, Acciones físicamente en el trabajo, Acciones en supermercado, Acciones haciendo, Acciones en espera,  Acciones hechas en semana. En el tablero de revisión coloqué las listas a ver en la revisión semanal como: cosas esta semana no, cosas algún día/talvez, Metas, y otras listas que son listas de comprobación.
    Uno de los problemas con que me encuentro es cuando una cosa pasa a ser un proyecto GTD, es decir, varias acciones, la acción siguiente pasa a una de las listas de acciones siguientes pero en mi cabeza rápidamente surgen como varias cosas a realizar para ese proyecto, es decir, una necesidad de listar varias acciones del mismo proyecto. Por el momento para estos casos dejaré una lista para el proyecto. 

Reflexionar

La incorporación del hábito de la revisión semanal no me costó pues era algo que ya llevaba haciendo, además, tengo uno similar mensualmente para la revisión de los movimientos bancarios y revisión de cuentas. Para el paso de reflexión veo las Acciones hechas en la semana y las archivo, vacío las entradas y reviso la lista de Cosas esta semana no para mover elementos a las listas de acciones siguientes. Le doy un repaso también a la lista de proyectos para revisar que hay una acción siguiente de cada uno en alguna lista de acciones. En definitiva que quede el sistema listo para una nueva semana.
    Como aún no tengo mi aplicación desarrollada la parte de alto nivel lo plasmé en papel, es decir, visión, objetivos. Los proyectos de GTD para mí son mis metas.

Hacer

Un problema con el que ya llevaba desde mucho tiempo atrás y con el que igualmente llevaba lidiando es el de dedicar demasiado tiempo a leer información sobre el tema y no actuar, entraba en un bucle de buscar algo, surgía algo nuevo y vuelta. De esto que entraba a Internet a buscar algo y pasaba por ver algún documental, trailers de películas, una película, gatitos, redes sociales, y entonces me acordaba de lo que quería buscar, o aunque buscara lo que quería, eso me llevase a otra información y veía que ignoraba mucho ocasionando una necesidad de conocer más antes de hacer. Es por eso que me plantee el ir implementando la metodología, y leer sobre ella en distintos periodos para ir afinando y no desviarme.
    Lo de compartir tablero se veía que no funcionaría porque uno de los problemas es el concepto de acabado o terminado, pues varias veces algo que otra persona había colocado en Hecho luego yo lo estaba moviendo a Acciones En espera porque no consideraba que estuviera terminado. Como bien decía Allen en su libro, mis acciones en espera serán acciones de otra persona pero tendrá que estar en su sistema, en donde corresponda. Además, aumenta el número de contenedores sin aportar ventaja.
    La parte más difícil para mí es el Hacer por mi tendencia a procrastinar. La siguiente parte que me cuesta es la de separar el capturar del, aclarar y organizar. Para lo primero, una de las acciones fue el tener una lista de Acciones hechas en la semana que luego cada semana pase a archivarse; la lista de hecho en la semana con el fin de diferenciar lo hecho esa semana de lo hecho en general. Otra de las acciones es el intentar hacer en la semana las acciones organizadas en la revisión semanal, y hacer lo posible por enviar a encubar o a la lista de cosas esta semana no las acciones que surgen durante la semana para evitar el buscar hacer tareas más fáciles en vez de las que me cuesta hacer. Otra de las tendencias con las que tengo que luchar es el de hacer tareas de otros, porque necesitan ayuda,  o para otros antes que las mías. Así como luchar con las ganas de aclarar las entradas cada momento.


sábado, 13 de mayo de 2017

Eficiencia, eficacia y efectividad

¿Qué diferencia a cada una de estas? Respecto a la eficiencia el concepto va relacionado a utilización de recursos, ya sea tiempo, el trabajo, energía empleada para conseguir algo. Entonces, por ejemplo, si se trata de construir una casa, se dice que se es más eficiente si se construye rápidamente, con poco material, dinero, etc. es decir, su enfoque es los recursos. Pero podría no ser eficaz si la casa fue construida donde no se debía. Eficacia se refiere al hecho de lograr lo que se desea. Por lo tanto ¿qué es lo que quería? ¿Construir una casa? o, ¿una casa en tal sitio con tales características? Con este ejemplo se puede ver que se puede ser eficiente pero no eficaz.

Ahora supongamos que queremos matar una mosca, si lo conseguimos se entiende que hemos sido eficaces pero bien lo podemos lograr con la mano, con una trapo, a cañonazos, etc. los recursos empleados con los cuales obtengamos el objetivo marcará la eficiencia. Se puede maximizar la eficiencia pero la eficacia podría verse afectada si contemplamos otros aspectos, por ejemplo podría tener la casa y además donde la quería pero saldrían a relucir otros aspectos como que se deteriore más rápido, tenga humedad, los materiales no sean de una calidad suficiente. Y si al contrario intentamos realizar un trabajo tan perfecto maximizando la eficacia, la eficiencia se vería afectada en términos generales.

El encontrar ese punto intermedio entre la eficiencia y la eficacia se le conoce como efectividad. Si mi objetivo es matar una mosca y no me importa hacerlo con la mano, sería también lo más eficiente. Pero si quiero hacerlo pero sin ensuciar mi mano, lo más efectivo podría ser con un matamoscas manualmente. La definición clara del objetivo es importante porque si lo que realmente quiero es que en mi negocio no entren moscas, tal vez lo mejor es simplemente mantener limpio el lugar y tal vez una lámpara con malla eléctrica para que las atraiga y electrocute, además me evito el estar tras ellas y lo mal que se vería para el negocio, suponiendo que sea el caso. La solución efectiva dependerá del contexto, y ese contexto incluye la actividad, los recursos, tanto del presente como proporcional al tiempo del objetivo. No es lo mismo querer construir un puente con una características como que dure al menos un par de décadas a que dure milenios.

domingo, 15 de febrero de 2015

Fábula de Félix, la rana voladora

Cómo mejorar el desempeño… o la parábola de Félix, la rana voladora.


Había una vez un hombre llamado José que tenía como mascota una rana llamada Félix. José tenía un pasar modesto pero confortable, sostenido por lo que ganaba como empleado de una importante cadena de supermercados. De todos modos siempre había soñado con ser rico…

¡Félix! Dijo un día, lleno de una repentina inspiración, «vamos a ser ricos. ¡Te voy a enseñar a volar!». Félix, por supuesto, se sintió aterrado por las perspectivas. «¡Yo no puedo volar! Soy una rana, no un canario». José, decepcionado por la respuesta inicial, le dijo: «Esa actitud negativa puede evidenciar cierta resistencia y será un problema. Voy a mandar a capacitarte». Así fue que Félix tomó un curso de tres días donde aprendió técnicas para la resolución de problemas, gestión del tiempo y comunicación efectiva, pero nada, absolutamente nada sobre volar.

El día siguiente a las lecciones, José a duras penas podía controlar su excitación (y Félix a duras penas podía controlar su pánico). José explicó que el edificio en el que vivían tenía 15 pisos. Cada día Félix saltaría desde la ventana, empezando en el primero y llegando eventualmente al último. Así que, después de cada salto, Félix debía: a) analizar cuán bien había volado, b) identificar las técnicas de vuelo más efectivas y c) implementar el proceso mejorado para el próximo vuelo. Llegado el momento de alcanzar el piso más alto, Félix sería seguramente capaz de volar.

Félix imploró por su vida, pero sus pedidos cayeron en saco roto. «Sucede que él no entiende la importancia de esto», pensó José, «es incapaz de tener una visión macro». Con esto en mente, José abrió la ventana y tiró a Félix afuera. La rana aterrizó con un ruido seco.

Al día siguiente, amargado ante su segunda lección de vuelo, Félix pidió nuevamente no ser lanzado por la ventana. José abrió su «Guía para liderar de manera más efectiva» y le mostró a Félix la parte donde explicaba que uno debe esperar siempre resistencia cuando se introducen programas o propuestas innovadoras. Después, tiró a Félix por la ventana. ¡¡Plaf!!

En el tercer día (y en el tercer piso), Félix intentó una estrategia distinta: dilatar. Pidió una postergación del proyecto hasta que la mejora en el clima permita condiciones de vuelo más favorables. Pero José estaba preparado para eso: dibujó una línea de tiempo, marcó los tres hitos y preguntó: «¿No estarás intentado boicotear el plan, no?» Debido a su entrenamiento en gestión del tiempo, Félix comprendió que no saltar hoy solo significaría tener que saltar dos veces mañana. Entonces accedió. Y allá fue, fuera de la ventana.

Todo esto no quiere decir que Félix no intentaba dar lo mejor de sí. En el quinto día, estiró sus patas de manera desesperada en un intento vano de volar. Y en el sexto, se ató un pequeña capa roja alrededor del cuello y trató de pensarse Superman (Visualización Positiva, pensó José). Pero eso no ayudó.

Para el séptimo día, Félix, aceptando su destino, no pidió más piedad. Simplemente miró a José y le dijo: «Tú sabes que me estas matando, ¿no?». José señaló que el desempeño de Félix no había sido para nada ejemplar y que había fallado en cumplir cada uno de los hitos que se habían fijado para él. «Cállate y abre la ventana», dijo Félix, y allí fue, volando, hacia un lugar desconocido… en el cielo.

José estaba terriblemente decepcionado dado que no había logrado cumplir ni siquiera uno de los objetivos de su proyecto: Félix no solo no había logrado volar, ni siquiera pudo mejorar su caída para no parecer una bolsa de cemento a pesar de que su principal consejo había sido «más vale maña que fuerza». Lo único que le quedaba a José era analizar el proceso para determinar dónde se había equivocado. Después de mucho pensar, José sonrió y dijo: «¡La próxima vez conseguiré una rana más inteligente!»


La rana Félix y las expectativas de desempeño

La historia anterior nos sirve a todos para hacernos interesantes preguntas: ¿Tienen una base realista las expectativas sobre el desempeño de las personas? ¿Cuál es el verdadero potencial de desarrollo de cada uno? ¿Los objetivos que fijamos tomaron en cuenta las elecciones personales y comprometieron a los colaboradores en su logro o, nosotros hicimos el plan simplemente para que otro lo cumpla? ¿Estamos capacitando en lo que verdaderamente importa? ¿Estamos interpretando de manera casi automática las conductas como resistencias, cuando nos están indicando otra cosa? En definitiva: ¿Estamos pidiendo a las ranas que vuelen? O mejor aún ¿Es solo responsabilidad de Félix no haber cumplido con las expectativas de José? 

A esta altura del relato, vale la pena una aclaración: si bien muchas veces nos encontramos con personas que no están dispuestas a la mejora y el crecimiento, la mayoría de las veces, el problema está en otro lado: comunicación muy pobre sobre las expectativas del rol, preconceptos y modelos mentales que nos hacen ser escépticos respecto del potencial de los colaboradores, recursos inadecuados (o inexistentes) para alcanzar los resultados esperados, procesos mal diseñados que son un verdadero obstáculo para la mejora, objetivos que, no solo no son desafiantes, sino que muchas veces son imposibles

En época de revisión del desempeño y de fijación de objetivos para el próximo período, los invitamos a pensar y repensar, en conjunto con los involucrados, todo el proceso de evaluación. De esa forma, no habrá situaciones desagradables, metas inalcanzables, prejuicios en juego y finalmente, decepciones generalizadas.

Nota: No recuerdo en dónde encontré el texto.

miércoles, 24 de diciembre de 2014

Brainwriting: ¿Cómo mejorar el sistema educativo?


Contar con un grupo multidisciplinar que ayude a crear, mantener y gestionar un nuevo sistema de educación. Partiendo de estudios realizados, ideas del grupo y de la población en general sobre cómo mejorar el sistema educativo.

Establecer la educación como un derecho fundamental y base de la sociedad, por tanto de acceso gratuito. Es decir, desde lo que hoy conocemos como prekinder hasta pos-doctorado, todos los niveles. No por ello limitar a este rango, es decir, tener en cuenta desde la educación de la madre hasta la muerte del individuo, ya que a lo largo de la vida se está en constante aprendizaje. Por supuesto buscando ser efectivos y no desperdiciar recursos, por ejemplo, si un universitario se matricula por primera vez en una asignatura es gratis, pero, la segunda vez le costará un poco, e incrementado el coste hasta un límite que en caso de llegar, quedará fuera del sistema universitario. No todos pueden ser capitanes, se necesita muchos más marineros. Es por ello, que al mencionar el que se debe ser efectivos, quiere decir que estos casos prácticamente no deben darse pues los alumnos deben tener claro qué es lo que quieren estudiar y lograr ese objetivo, evitando una elección errónea de profesión. Para ello ayudándoles con las medidas adecuadas para conseguir ese objetivo.

Mejorando no solo la parte de conocimiento que es en la que se basan nuestros sistemas educativos, sino que además, potenciar la parte de aptitudes y, gestión emocional. Llevando un control de estas tres partes a lo largo de la vida de la persona e ir tomando las medidas oportunas para desarrollarlas. Por ejemplo, detectar e impulsar el alto desempeño y alto potencial de los estudiantes; desarrollar habilidades de liderazgo, empatía, solidaridad, asertividad, etc.

El hecho de que la educación sea gratuita, no quita la posibilidad de becar a los mejores estudiantes para que realicen sus estudios o prácticas en cualquier universidad de calidad, externa al país. Por otro lado, tampoco limitar a alumnos del país, también se puede becar a estudiantes de otros países atrayendo así talento de otros sitios y, con ello no desaprovechar el potencial de personas que por sus recursos o lugar de origen tiene la dificultad de desarrollarse así mismos y con ello a su comunidad.

Mejorar la formación y supervisión del profesorado, para que sea de máxima calidad. Conseguir a los mejores, tanto internos como externos al país.

Construir establecimientos adecuados en los que los alumnos tengan a disposición lo necesario para su educación. Crear grandes campus o ciudades, no solo para niveles universitarios, además para primaria y secundaria. Dotados de parques, biblioteca, polideportivos, laboratorios, etc.

Un plan de estudios dividido en asignaturas obligatorias, troncales y optativas, no solo para el nivel universitario, también para primaria y secundaria. Adaptándose a políticas de interés general o Estado, y de región. Por ejemplo, a nivel de Estado sea obligatorio el aprendizaje del inglés como segundo idioma, pero a nivel de región se pueda optar por un tercer idioma como optativo.

Definir metas y objetivos claros a tener en distintos plazos. Por ejemplo, retomando lo del idioma inglés, en un plazo de cinco años todo alumno que finalice la Universidad tendrá al menos un nivel B2, en diez años todo aquel que acabe secundaria, y en treinta años el 80% de la población del país. Claro está, que para ello hay que tomar las políticas adecuadas para conseguirlo.

Algunas otras ideas sueltas:
— Se forme con unos conocimientos básicos: supervivencia, realizar una fogata, pescar, nadar, primeros auxilios, etc.
— Inculcar desde pequeños actividades con la comunidad, llevando a la práctica iniciativas propias, de la institución educativa, o distintos niveles de gobierno.
— Realizar tareas y trabajos que no solo tengan un uso didáctico (lo hago y me olvido de ello), sino también que puedan llegar a ser útiles y se pongan en uso continuo.
— Las universidades tengan un papel más participativo en la elaboración de proyectos de los gobiernos (e instituciones privadas), teniendo así una forma de lograr una experiencia laboral para los alumnos durante la vida universitaria, es decir, que un graduado universitario tendrá garantizado la experiencia laboral.
— Los alumnos tenga experiencia en formar a otras personas.
— Estudiantes realicen prácticas fuera del país, tanto en países llamados desarrollados como en países subdesarrollados. Así, teniendo objetivos como el conocer otras culturas, ganar experiencia, etc. Principalmente a médicos, profesores.
— Conocer desde pronto distintas profesiones y poner en práctica muchas de ellas, entre otras cosas para llegado el momento tener claro qué profesión seguir.
— Fomentar de manera obligatoria el aprendizaje y práctica continua de al menos un deporte.
— Disponer no solo de profesores de las asignaturas como tales, además disponer de psicólogos, mentores, tutores, entrenadores, profesionales que no solo den seminarios sino que estén asignados a los alumnos y sigan su desarrollo.
— Proyectos que pueden ser independientes o parte de asignaturas optativas como: mentoría, viabilidad, salud dental, sexualidad, planificación familiar, etc.
— Establecer requisitos mínimos por asignatura, no por carrera. Es decir, algunas asignaturas puede primar la excelencia y dedicación (pedir un 9) y, en otras trabajar la respuesta a la presión cargando de trabajo para lo cual tampoco se puede exigir un 8. Otra forma de establecer requisitos es por importancia que se le dé a la asignatura.
— Fomentar intercambios culturales. 
— Relación de los alumnos no solo por edad. Si se tiene campus completos se facilita tener clases diferentes en las que se relacionen con diversos alumnos y no solo con los de contacto constante, tanto como en edades como en diversidad funcional.
— Controlar el uso de la formación como negocio y que no sean empresas dedicadas a la venta de títulos.
— Formación continua durante la vida. Es decir, relacionada al trabajo y a actividades externas.
— Controlar una correcta distribución, planificada, en base a la demanda futura de los distintos profesionales, creando políticas adecuadas para fomentar unas carreras sobre otras.
— Etc.