sábado, 8 de marzo de 2014

Los pilares de la educación

En una de esas tantas veces que se me da por pensar en varias cosas, y de entre ellas, sobre la educación, me imaginé haciendo una analogía con el fútbol. En la que estaba muy claro que hay que tener conocimientos sobre la materia, es decir, que tanto como el jugador de fútbol debe tener los conocimientos necesarios de cuántos son sus compañeros, que existe un balón, dónde debe meterlo, las reglas del juego y todo ese saber; del mismo modo, un estudiante debe tener conocimientos generales y sobre su área específica. El conocimiento es uno de los pilares base, de los que considero es en el que más se ha incidido, y no llega a hacerse del todo bien. 

¿Pero de qué me sirve alguien que tenga conocimiento de fútbol si no sabe jugar? Seguramente hay muchos que saben hasta cuánto pesa el balón, sus dimensiones, sobre cómo afecta la temperatura del ambiente y muchos más detalles que la mayoría de jugadores profesionales. Sin contar la cantidad de seguidores que parecen saber más que los entrenadores. Se necesita alguien que tenga habilidad con el balón, que donde ponga el ojo ponga el balón: Aptitud. Es necesario que los estudiantes tengan aptitud para la carrera que siguen. Y no me refiero a que nazcan con el don, sino a que se trabaje en mejorar las aptitudes de las personas. Creo en que la aptitud es ese segundo pilar en el que debe enfocarse la educación, y en el que se trabaja muchísimo menos que en el del conocimiento. ¿De qué me sirve que una persona sea muy hábil con el balón de fútbol si no sabe ni dónde meterla?, es imprescindible el conocimiento, tanto como la aptitud.

¿Creen que con que el jugador de fútbol tenga aptitudes y el conocimiento es suficiente? ¿Qué pasa si a la mínima situación se viene abajo, o pierde el control y golpea a alguien; o llevemoslo a un extremo, tan solo por ilustrar, llega a matar? Lo que intento decir es que emocionalmente es inestable, de nada me sirve que sepa más que nadie y desde que naciera es un genio con el balón, si no dura ni cinco minutos jugando por perdida del control emocional. Las emociones son ese tercer pilar, con el que considero, llegan a ser el trío inseparable sobre el que tendría que basarse la educación.

En varias sociedades seguramente se trabaja en las tres áreas, pero si en conocimiento considero que aún no se hace del todo bien, poco o nada creo se hace sobre aptitudes y emociones. Incluso en sociedades llamadas "desarrolladas", creo que la parte de aptitudes y emociones aún son un papel secundario, por debajo del conocimiento. Y se debería tomar a un mismo nivel, como los tres grandes pilares sobre los que se construya una educación para la ciudadanía.